Zdenka Cecilia Schelingová nació el 24 de diciembre de 1916 en Krivá, una región montañosa al noroeste de Eslovaquia, conocida como Orava. Era la penúltima de once hijos en una familia profundamente religiosa, con sus padres Pavol y Susana inculcándoles una sólida educación cristiana basada en la oración y el cumplimiento de los deberes diarios.
Desde 1922 hasta 1930, Cecilia asistió a la escuela primaria, destacándose por ser una estudiante diligente, obediente, amable y modesta. Su disposición para ayudar a los demás la hizo muy querida entre sus compañeros.
En 1929, las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz comenzaron a colaborar en su parroquia, y en 1931, inspirada por el amor y la dedicación de estas religiosas, Cecilia decidió ingresar al convento a los quince años para consagrar su vida a Dios y al prójimo. Su familia se sintió orgullosa y feliz por su decisión.
En Podunajské Biskupice, Cecilia realizó estudios de enfermería durante dos años, seguido por un curso de especialización en radiología. En 1936, ingresó al noviciado, y el 30 de enero de 1937 hizo su profesión religiosa, adoptando el nombre de Zdenka.
Zdenka se destacó por su intensa vida de oración, manteniendo una profunda conexión con Dios mientras trabajaba. Su sacrificio y amor hacia los demás se reflejaban en su amabilidad y disposición para servir. La amistad espiritual con Jesús marcó su vida religiosa y su desempeño como enfermera.
Inició su labor como enfermera en Humenné, una ciudad en el este de Eslovaquia, cerca de Ucrania. En 1942, fue invitada a trabajar en el hospital estatal de Bratislava, donde se dedicó a la sección de radiología como asistente de laboratorio. Su generosidad, ternura y competencia en el cuidado de los enfermos, junto con su constante sonrisa, la convirtieron en un modelo ejemplar de religiosa y profesional de la salud.
En 1948, con la toma de poder del partido comunista en Eslovaquia, comenzó una feroz persecución contra la Iglesia católica. Los obispos y sacerdotes fueron encarcelados, los laicos discriminados por su fe, y las comunidades religiosas disueltas. En medio de esta adversidad, sor Zdenka eligió enfrentar el sufrimiento antes que traicionar su conciencia y su compromiso con Cristo y la Iglesia.
En febrero de 1952, con gran valentía, ayudó a un sacerdote detenido a escapar del hospital estatal, donde estaba siendo tratado por heridas causadas por torturas durante los interrogatorios. Tras su fuga, sor Zdenka rezó ante la cruz en la capilla del hospital: «Jesús, te ofrezco mi vida por la suya. ¡Sálvalo!».
El 29 de febrero de 1952, Zdenka fue arrestada y sometida a crueles interrogatorios, humillaciones y torturas. El 17 de junio, acusada de alta traición, fue condenada a doce años de prisión y diez años de pérdida de derechos civiles.
Su calvario continuó en varias prisiones y hospitales carcelarios, donde, debido a las torturas, desarrolló un tumor maligno en el pecho y tuberculosis. A pesar de su sufrimiento, Zdenka mostró una paciencia heroica, determinada a morir por Dios y por la Iglesia sin rencor hacia sus verdugos. Mientras era brutalmente golpeada, susurró: «El perdón es lo más grande de la vida».
El 7 de abril de 1955, las autoridades políticas, conscientes de su inminente muerte, le concedieron amnistía para evitar que muriera en prisión. Fue liberada el 16 de abril y, tres meses después, el 31 de julio, falleció en Trnava, tras recibir el viático, a los 38 años.
Tras su muerte, el pueblo de Dios la reconoció como mártir de la fe, y su legado continúa inspirando a muchos en la actualidad.
The post Beata Zdenka Cecilia Schelingová appeared first on Radio Estrella del Mar.