Beata María de Jesús Crucificado Petković: Un Ejemplo de Fe y Caridad
La Beata María de Jesús Crucificado Petković, también conocida como Madre Petković, es una figura ejemplar en la historia de la Iglesia Católica. Nacida el 10 de marzo de 1892 en Blato, en la isla de Korčula, Croacia, y fallecida el 9 de julio de 1966 en Roma, Italia, Madre Petković dedicó su vida al servicio de los demás y dejó un legado duradero de amor y compasión.
Devoción Desde una Edad Temprana
Desde su juventud, María de Jesús Crucificado mostró una profunda devoción religiosa y un ardiente deseo de servir a los demás. En 1919, inspirada por una visión que tuvo durante una peregrinación a Medjugorje, fundó la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz. El objetivo principal de la congregación era brindar atención a los pobres, los enfermos, los huérfanos y los necesitados.
Expansión y Labor Caritativa
Bajo su liderazgo, la congregación se expandió rápidamente, estableciendo hogares para personas mayores, orfanatos, escuelas y hospitales en Croacia y otros países. Madre Petković trabajó incansablemente para mejorar la vida de los más vulnerables y desfavorecidos, ganándose el reconocimiento y la admiración de su comunidad y más allá.
Valentía Durante la Segunda Guerra Mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, Madre Petković demostró una valentía excepcional al proteger y ayudar a refugiados y personas perseguidas, sin importar su religión o etnia. Su dedicación a la caridad y su valentía en tiempos de conflicto le valieron el respeto y la gratitud de muchas personas.
Legado Duradero
Aunque falleció en 1966, el legado de Madre Petković y su labor humanitaria continúan a través de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz. Su vida y obra fueron reconocidas oficialmente cuando fue beatificada por el Papa Francisco el 6 de junio de 2020 en una ceremonia en Banja Luka, Bosnia y Herzegovina.
Celebración de su Festividad
La beata María de Jesús Crucificado Petković es recordada y venerada como un ejemplo de fe, caridad y servicio a los más necesitados. Su festividad se celebra el 9 de julio, el día de su fallecimiento.
En Resumen
Madre Petković es un faro de esperanza y amor en la historia de la Iglesia, cuya vida y obra continúan inspirando a muchos. Su compromiso con la caridad, su valentía en tiempos de adversidad y su dedicación al servicio de los más vulnerables son un testimonio de su profunda fe y amor por Dios.
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