Nuestra Señora de Lourdes es una advocación mariana venerada en la Iglesia Católica que se refiere a las apariciones de la Virgen María a una joven llamada Bernadette Soubirous en la ciudad de Lourdes, Francia, en 1858.
Los eventos comenzaron el 11 de febrero de 1858, cuando Bernadette, de 14 años, junto con su hermana y una amiga, recogía leña cerca de la gruta de Massabielle, cerca de Lourdes. Fue entonces cuando vio una visión de una hermosa dama vestida de blanco con una rosa dorada en cada pie, que se reveló a sí misma como la Inmaculada Concepción.
La Virgen María se apareció a Bernadette un total de dieciocho veces, y durante estas apariciones, instruyó a la niña a rezar el Rosario por la conversión de los pecadores, y le reveló un manantial de agua en la gruta, que desde entonces se ha asociado con numerosas curaciones milagrosas.
Uno de los momentos más destacados de las apariciones fue cuando la Virgen María le pidió a Bernadette que excavara en la tierra y bebiese del agua que brotaba allí. Aunque la niña solo encontró barro, obedeció las órdenes de la Virgen y continuó cavando hasta que brotó agua limpia. Este manantial se ha convertido en el famoso «Manantial de Lourdes», que ha sido objeto de innumerables peregrinaciones y donde se han reportado muchas curaciones inexplicables.
Las apariciones de Lourdes fueron objeto de gran controversia y escrutinio por parte de las autoridades eclesiásticas y civiles. Sin embargo, la devoción a Nuestra Señora de Lourdes creció rápidamente y se convirtió en uno de los principales lugares de peregrinación mariana del mundo.
El 25 de febrero de 1858, durante una de las apariciones, la Virgen María le dijo a Bernadette: «Yo soy la Inmaculada Concepción», lo que confirmó la creencia católica en la Inmaculada Concepción de María. Este mensaje reforzó la doctrina proclamada cuatro años antes por el Papa Pío IX.
El 16 de julio de 1858, la Iglesia Católica reconoció oficialmente las apariciones de Lourdes como auténticas. Desde entonces, millones de peregrinos han visitado el santuario de Lourdes en busca de sanación física y espiritual, y muchos han afirmado haber experimentado milagros y conversiones profundas.
La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se celebra el 11 de febrero, conmemorando el primer día de las apariciones de la Virgen María a Bernadette Soubirous. Este día también es conocido como el Día Mundial del Enfermo, en el que la Iglesia Católica hace hincapié en la importancia de cuidar y rezar por los enfermos.
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